Este es el objetivo
Aunque no lo parezca, una ciudad compacta y densa es más sostenible para el planeta que urbanizaciones con casas dispersas, por mucho jardín que tengan. No solo por la cantidad de suelo que se ahorra en edificios que multiplican el número de familias por parcela, sino por el derroche de energía que supone vivir lejos y necesitar el coche para rutinas tan cotidianas como hacer la compra, check here ir al trabajo o llevar los niños al colegio.
Más del 50% de la población mundial vive en ciudades, una proporción que, según el arquitecto click here urbanista Rodrigo Vargas, de la Cátedra Unesco-UdL Ciudades Intermedias, llega hasta el 80% get more info en los países click here desarrollados. Sería una buena noticia, dice Vargas, si no fuera por read more la forma en que muchas de esas ciudades han crecido, añadiendo barrios periféricos de viviendas que carecen del resto de las funciones urbanas.